GREMIALES

Frente a la editorial del Dario La Nación: "Paremos con los paros docentes”, desde la DAC decimos

Ante la editorial planteada por el diario La Nación en la que se cuestionan las medidas de fuerza tomadas en el ámbito educativo, es necesario repensar estos cuestionamientos que buscan depositar la absoluta culpabilidad de todo el malestar y los problemas de la educación en las/os docentes y sus sindicatos. Nos resulta preocupante que un medio de comunicación tan importante desconozca la realidad de la lucha docente frente a realidades impostergables y urgentes que atraviesan al campo educativo.

 

En primer lugar, cabe señalar que el derecho a huelga y el derecho a la educación no están contrapuestos. El derecho a huelga y la lucha sindical docente son herramientas que surgen siempre para garantizar el reclamo de derechos, en caso de que estos no sean respetados por el propio Estado, como cuando decide recortar, desatender, menospreciar, y sabotear el presupuesto educativo y las condiciones prioritarias para enseñar y aprender dignamente.

 

En este marco, son los sindicatos docentes los representantes de las/os trabajadoras/es de la educación, que históricamente se han constituido como defensores de los derechos laborales, salariales y de las condiciones para enseñar y aprender en las instituciones educativas. No obstante, desde grupos poderosos y hegemónicos se ataca y descalifica al colectivo docente cada vez que pugna por afianzar derechos que permiten sostener condiciones dignas de trabajo y de vida. 

 

La estigmatización de los conflictos salariales y no salariales con las/os docentes y sus sindicatos intenta culpabilizar a la lucha docente del deterioro educativo; intentando eliminar a estos actores del campo de poder y de discusión educativa. Sin embargo, no aparece la misma preocupación o interés por denunciar y acompañar a las/ trabajadoras/es de la educación ante la urgencia por resolver situaciones de deterioro de la infraestructura escolar, falta de servicios básicos y salarios empobrecedores que dejan al descubierto el abandono del Estado.

 

Tal como señala el artículo 2 de la Ley de Educación Nacional (LEN), “la educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social, garantizados por el Estado”. Posibilitar condiciones equitativas que garanticen derechos, requiere entonces de acciones concretas que posibiliten revertir los procesos de creciente desigualdad, empobrecimiento y exclusión social que atraviesan hoy un alto porcentaje de las infancias, así como las/os docentes que enseñamos en las escuelas argentinas.